Hablando de amores y besos nuevos

Hablando de amores y besos nuevos, de caricias compartidas.
Amores que enciendan fuego en las entrañas, como si resucitaran a un muerto dormido desde hace cien años en su tumba. De esos amores que se antoja ver inscritos en la historia y compendios amorosos, tal como un fehaciente testimonio. Como en los que revolotean, cual mariposa al viento, los besos deseados.
Besos nuevos que aguan la boca y nos hacen tragar saliva a borbotones… en dulce cascada. Besos que trepidan el piso que nos sostiene y mojan aliviando las ganas nuestras por saciar la sed de un viajero en el desierto.
Caricias adivinadas que despierten la inventiva más fantasiosa jamás dada, que despierten el afán de ser las primeras, las nunca antes experimentadas, las que deben dejar una huella imborrable, por siempre y para siempre y que derrumben el mito de la no eternidad, capaces de casi casi, aniquilar con una corriente eléctrica tal, que ilumine con centellas un universo completo y cien más a la redonda.
Pero entonces… ¿Qué quieres que te diga de amores, besos y caricias… si yo de esas cosas no sé nada?
Paty Rubio ©®


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