hay momento en que no reconozco el espacio

hay momentos en que no reconozco mi espacio

me parece vivir dentro de un elefante blanco

rodeada de su enorme           

enorme esqueleto

 

y pasa insensible el tiempo con un pensamiento

sin ocupación

errático y ausente

 

desde siempre sentí la necesidad

de edificar una fuerte columna al centro

que sostuviera mi cabeza

con fuertes brazos y unas piernas

que le siguieran el paso

 

el pulso de las nubes que pasaban con ritmo

lo llevó una voz

la risa y llanto de dos chicos dentro de mi abrazo

adornaban mi paso

como la yerba que con el verdor del pasto

 

y los tantos rocíos en gotas brillantes al sol

como lo fueron juguetes

canicas y carros

o el balón que tantas veces fue pateado

con el grito de ¡gol!

que entusiasmó al esqueleto completo

de esa columna que yo estaba edificando

 

pero un día inesperado las nubes cambiaron

cambió el juego y las risas se fueron evaporando

cambió el llanto que se hizo solo mío

estacionando dolor en las entrañas

de este elefante blanco

 

y así fue pasando el tiempo

con la herrumbre en el minutero

un día de repente volvió a danzar vida

dentro de este esqueleto mío

y se dejó escuchar otra vez el llanto infantil

la risa

el juego y el llanto

seguido de nanas y cuentos fantásticos

nacieron de mí para arrullar la sonrisa infantil

de mi amada pequeña

 

y de nuevo un mal día

se volvió a estacionar un estruendoso vacío

y las nubes cambiaron de forma

y el cielorraso enmudeció de pronto

lastimando a este esqueleto

de huesos guerreros donde yo habito

 

con cucharadas de nostalgia

voy apuntalando la columna del esqueleto

de este elefante blanco

con recuerdos añejos busco encalar sus paredes

para refrescar el espacio

 

pero hoy para donde vague la mirada ausente

veo poros en el esqueleto de este elefante blanco

que solo ve pasar el tiempo

con la herrumbre del cruel minutero

mientras sigo la lucha por detener el dolor y la porosidad

que dolorosamente me ha ido minando

y quiere romper este esqueleto que me guarda

este esqueleto de elefante blanco

que hoy me cobija

entre huesos blandos         Paty Rubio ©®

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