De todo como en botica


 De todo como en botica

La tía que, a mi parecer se justificaba sus “licencias” con el auto diagnóstico de doble personalidad.
Cuando su esposo, (quien por cuestiones laborales tenía que ausentarse por días de casa para trasladarse a otra ciudad), no estaba en casa, ella al llegar la noche y mientras sus hijos dormían en la tranquilidad de su hogar, se arreglaba de pipa y guante y se perdía entre las sombras nocturnas. Al día siguiente, sacaba de la bolsa, ya sea la de su abrigo o del bolso de mano, desde carteritas de cerillos, ceniceros de diversos hoteles, moteles y hasta billetes. Y excuso decir que despertaba con una resaca de campeonato. Su hermana que se daba cuenta por vivir un tras de la otra, a la cual para protegerse la hermana “licencias” le comentó, supuestamente sorprendida, que no sabía qué hacía de noche. Y se justificaba diciendo que seguramente tenía una doble personalidad, de esas, de las que hablan los psiquiatras.
Yo, y ustedes me han de disculpar, lo llamo de otra manera. Eran lapsus nocturnos que solo le ocurrían cuando el esposo estaba ausente.
A quien le suene conocido este hecho que le ponga nombre a las hermanas.
Paty Rubio ©®

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