hay días que resulta imperante desvolar la vida
hay días
que resulta imperante desvolar la vida
pa’ vivir los ensueños atorados entre las horas
pa’ dejar libre la fetidez de la herrumbre
que se estaciona en los huesos del caminante
que aún respira
cerquitas me verán volar a las puertas del incinerador
porque de féretros y tumbas no quiero saber
ni de sembrar mi polvo en un cementerio añejo
hay días en que la sonrisa se congela
con la congoja de un suspiro errante
mi madre no reía soltando el alma como ríen los
inocentes
porque la risa se le atoraba en los huesos
como se traba un juguete sin pilas
y no se detenía hasta soltar lágrimas que
asustaban
con la fuerza que casi le mataba el alma
por eso las cenizas de mi madre descansan en
las aguas marinas
pa' hacer reír a los peces
tal vez ahora naveguen en la panza de uno de ellos
bajo el océano del pacífico
ahí es donde yo quiero ser
quien la acompañe en el
viaje
y bien les digo que si me han de extrañar los
vivos
que se coman un buen pescado empapela’o
pa´ seguir el plan alimenticio de la madre
tierra
les juramento con el corazón en la palma
y en el latido de mis dedos
que hay días en que resulta imperante desvolar
la vida
y destejer los ensueños
pa’ poder soportar la vista con estos ojos ciegos
del mundo que se nos está rompiendo
sin remedio
sin remedio
Paty Rubio ©®
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