Escurren por las paredes

 Escurren por las paredes

Solo por si quieren saberlo y si estaban con la preocupación; ya controlé (creo) el denso goteo de letras y versos rengos que escurren por mis paredes. Además de los rengos, encontré versos liqueando melancolías, algunos parían gemidos que me pusieron nerviosa y mojaron un poquito, porque llevaban el timbre de tu garganta. Confieso que los metí al cajoncito del mueble junto a la cama, a un lado de mis debrayes. Es muy posible que cualquier noche de estas los ocupe. Otros solo llevaban puesto tu nombre
-que le voy a hacer, es irremediable no abrazarlos hasta casi ahogar cada una de las venerables letras-.
A los que no hice mucho caso y como si fuera puramente accidental, sin verlos de lleno de frente, les pasé un paño con insecticida; eran los que llevaban arrastrando una cobija formada con telas de araña, ya sé que lo que intentan es formar mi mortaja.
Gocé como una adolescente enamorada los que traían en la mochila promesas de amor ¡Soy una desquiciada por seguir creyendo en las promesas! Ya he confesado ser reincidente anónima.
En fin que creo tener todo bajo control.
Paty Rubio ©

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