no hay un solo lugar donde esconderme

 


no hay un solo lugar donde esconderme

por cada rendija se cuela el frío invierno

tiempo implacable de muerte

timbre de un do sostenido en las cuerdas de una guitarra

que corta mi carne hasta tocar el hueso

 

tiempo de ritmo que me lleva en una melodía

sin importar que exista discordancia

es mi historia escrita en cada poro  

en cada cabello y folículo

en cada rincón de mi cansado cuerpo

 

melodía de risas inocentes

de nostalgias moribundas

y melancolías de sal acuosa

porque mi padre no ha muerto

porque lo veo todos los días en que le he sobrevivido

 

desde el último día de su existencia

hasta el segundo y 1/3 de su último suspiro

con el ritmo de esta melodía familiar

con el do sostenido que corta pero no mata

¡y me deja verlo!

 

como en cada ocasión cuando me asomo al espejo

y olvido el frío invierno que se cuela hasta mis huesos

para vivir a mi padre en mi sonrisa

en la imagen de mi rostro

 

y te saludo papá

y me enojo contigo por haberte ido

por haberme dejado sin la melodía que era verte

cuando vivías y respirabas junto a mí

 

en mis juegos y nostalgias

en mi vida loca y rebelde

fumando un porro

en mi saliva enmascarando un trago de tequila

 

siempre me ha dolido tu partida

siempre

siempre

no me resta más que verte

cuando yo me asomo en el espejo

y te sonrío

y te digo que te amo

que espero pronto volver a verte

cuando el frío invierno de mi vida se canse

y me conduzca directo y sin escalas

al cementerio

Paty Rubio ©®

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