Cuando me vaya/Paty Rubio





Cuando me vaya de aquí
(A mi nieta Andrea)
Yo la conocí, y cuando reía, el universo guardaba silencio como reverencia. para escuchar el timbre de la alegría. Sus pasos cuando se me acercaba, aún sin verla aceleraban mis latidos; ansiedad de recibirla en mi regazo. 
Yo la conocí, su voz era la música que endulzaba mi oído. Cuando estaba ausente, el vacío me ensordecía con cacofonías discordantes. 
Yo la conocí cuando mi cuerpo iniciaba el descenso. Sin importar las dolencias o el cansancio, me brindaba energía suficiente para seguirle el paso.
Yo la conocí, y supe que mi capacidad de amar no se había terminado. Por el contrario, me di cuenta que podía amar con más libertad. Ella puso alas nuevas a mi amor de antaño. Mis miedos cambiaron: temía olvidar un cuento o cantar una canción, que se hiciera daño, no estar si me buscaba, no poder atender con presteza cuando decía “abuela tengo haaambe”, no tener el poder de enjugar sus lágrimas. No tenía miedo de morir, el temor era no vivir para verla, oírla y amarla hasta el cansancio.
Yo la conocí cuando más lo necesitaba. Te agradezco Señor, por darme la inconmensurable alegría, de haber podido sentir sus manitas tomar mi rostro mientras su dulce voz decía, llenando mi mundo de éxtasis -¡Te amo abuela! Por la dicha de recibir su bendición al cruzar mi rostro con su manita –“E Padre, Hijo, Santo, amén”. Terminando al poner su manita en mis labios para recibir un beso.
Hoy que me presento aquí, a tu lado Señor, te agradezco de nuevo por haberme permitido el poder decir desde mi corazón: Yo la conocí y la amé con el alma. Su nombre terrenal… Andrea Lucía.
Paty Rubio ©

Comentarios

Entradas más populares de este blog

he aprendido a levitar

pasados los sesenta

en el vacío del sillón te pienso