Psicodelia


Psicodelia 
Esta tarde el juego de volutas me llevó de paseo por las tumbas de mi memoria que luce amarillenta y resquebrajada por los bordes, con un amarillo viejo que acusa al tiempo, cubriendo todo con una polvorienta capa de olvido.
Me azuzó el simple afán de encontrar recuerdos que subieran las comisuras de mis labios.
Me sorprendí cruzando llanos de los que no tenía ni puta idea que existían entre tanta vida arrinconada.
Igual me topé con avenidas que resultaban irreconocibles para mí. Al cruzar una de estas avenidas, noté que estaban adornadas como si estuvieran viviendo en días de fiesta navideña, sólo que para éste caso, las guirnaldas y postales que se mecían suavemente al viento, habían sido elaboradas con cartas de amor, entreveradas con otras de triste pésame mortuorio alternadamente. Entre una y otra escurría: bien el aguaje de besos enamorados, o el intento de ríos de sal lacrimosa.
Al llegar al otro lado de la avenida, y mirar en lontananza, descubrí una serie de aldeas desconocidas. No sabía bien si representaban los siete cielos o el fondo trashumado del averno. Había de todo y nada.
Vi enormes colinas entre aldea y aldea, entre avenidas y callejones que encerraban misterios.
Se alcanzaba a vislumbrar en ellos una luz escondida que salía de armarios y alacenas. Así como también asomaba el aroma de rosas, como ese, el de los enamorados... e iban cubiertos con velos provocativos que despertaban la sensualidad y la humedad del erotismo.
Vi tantas escenas ignotas y desconcertantes que, me invitaron a perderme en el abandono al placer de ese juego, que me jugaba la incierta memoria. Y entre las espirales y volutas expulsadas por mis pulmones, sólo me abandoné.
Paty Rubio ©️®️

Comentarios

Entradas más populares de este blog

he aprendido a levitar

pasados los sesenta

en el vacío del sillón te pienso