¿Hablar de sexo en voz baja?… ¡No!/Paty Rubio


Que la vida se obstine en desaparecerle. Que de esto no se habla. Que la sexualidad solo pertenece a quien todavía está en edad de reproducirse. Que los adultos mayores “ya no están para andarse con esas cosas o cochinadas” Que el tema es tabú y se discute en voz baja. ¡Qué vergüenza!
La sociedad, la familia, “las buenas costumbres” y hasta el sector salud, intrigan para desaprobar, en quienes somos senescentes, el derecho a seguir ejerciendo nuestra sexualidad.
La sexualidad se dimensiona desde la concepción al nacimiento, y morirá hasta que como individuos dejemos de respirar. Nacemos sexuados, ejercer éste derecho es inherente a la decisión de cada quien, sin menosprecio ni demérito por parte de nadie.
¿Que el hecho de ser adulto mayor me exime de tener deseo sexual? ¡Falso! 
Repito: Erróneamente la palabra sexualidad, suele identificarse únicamente con juventud, fertilidad y procreación. 
Sin embargo y de acuerdo a la necesidad de cada individuo, el ejercicio de la sexualidad en la edad de adulto mayor es más libre y conlleva mayor capacidad de dialogo, de ternura, de amor, del conocimiento y aceptación de nosotros mismos. Como senescentes,  somos más abiertos y conscientes de nuestro cuerpo y de lo que requerimos en una relación íntima. Desde ese conocimiento no hay nada que nos impida pedir y decidir lo que sí, y no, queremos y lo que nos produce placer.
¿Quién dice que un senescente no puede ser sensual, sexy o proyectar un sentido cargado de erotismo?
Llegar a la senescencia, no es relativo a perder el derecho de ejercer nuestra sexualidad. Mientras no concurran enfermedades que entorpezcan el desempeño de ésta y mientras exista deseo, el derecho a gozar continúa hasta la muerte. La calidad de vida sexual en los adultos mayores puede ser la misma y es muy posible que llegue a ser más satisfactoria de acuerdo al conocimiento, madurez, aceptación y confianza que llegamos a tener en nosotros mismos.
Paty Rubio ©️®️


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