Empacho
Eran las diez de la noche. Natalia estaba disponiéndose para ir a la cama. Oyó que tocaron a la puerta. Se quedó expectante, estaba a punto de quitarse la ropa, pero puso atención a lo que sucedía mientras su madre atendía a quien llamaba, escuchó: -¡Natalia te buscan!- dicho con voz de enfado. Oyó la carrera de pasos subiendo la escalera, antes de que ella pudiera salir de su recámara. Era su madre, que con gran preocupación pintada en su semblante y tomando aliento le dijo: -Naty por lo que más quieras no te metas en problemas. Es un hombre humilde que trae a un niño muy enfermo. No te arriesgues, no se vaya a morir en tus manos y te culpen a ti. La criatura viene desfallecida, en un bulto, no se mueve. A Natalia se le hizo un nudo en la garganta y el estómago. Siempre había estado segura que era su misión ayudar, y esa no sería la excepción, pensó antes siquiera de mirar a la criatura. -Madre, no te preocupes, tu vete a la cama. Voy a ver qué puedo hacer -Pero Naty… Natalia se ...