Nudos de invierno


 Nudos de invierno

Parada frente al espejo, apenas a cinco días de un nuevo año. En un intento por olvidarme del frío. Hoy no sé si este frío viene del clima, o nace desde el hielo de mis huesos.
El espejo me habla, me dice mírame y aquí encontraras la respuesta. Y yo me asomo y veo unos rizos alborotados que como lenguas enroscadas tantean el aire que me circunda. Eso las obliga a encogerse en el intento por escapar del aire gélido y se tornan blancuzcas, casi azuladas salpicadas de algunas venas aún oscuras, lo que hace que mi cabello no luzca completamente blanco como la nieve sino grisáceo.
Mi cuerpo se cimbra exigiendo una prenda más sobre de él. Inútil afán por escapar de esta gélida, existencia.
Hoy siento que escurrieran lágrimas ante la imagen, pero cuando intento secar con mis dedos esas lágrimas, me encuentro que no hay tales. Me pregunto ¿Será que es tanto lo que he llorado, que ya se terminaron mis lágrimas y solo está en mi recuerdo de tantos lloros?
Levanto los hombros y la imagen del espejo me copia. Sacudo la cabeza y empiezo a desenredar esas lenguas enroscadas y grisáceas sobre mi cabeza.
Mientras, desenredo los nudos que se han formado y en cada uno que deshago corre una triste y famélica lagrima desde mi lagrimal derecho, y digo famélica porque apenas alcanza una ligera humedad, debido a que comparte con el ojo izquierdo.
En fin que paso un gran espacio de tiempo desenredando esas lenguas enroscadas que formaron nudos. Para eso olvido secar las que siento corriendo por mi rostro. Y en cada nudo deshecho siento que mi respiración se va sosegando y me da paz. Igual, no intento secar, al pensar que solo son un remedo de las tantas lloradas.
Cuando termino de deshacer los nudos y mi cabello va cayendo sobre mis hombros y espalda solo como lenguas ondeadas y afiladas en desmayo.
Es cuando percibo mi pecho húmedo, porque en cada nudo deshecho, sí corrían lágrimas salvadoras, sin dolor, simplemente desahogando mi alma y dejándome laxa, en paz y tranquila.
Con mis rizos desenredados se fue abriendo ese nudo que estaba en mi garganta.
El espejo me devolvió mi imagen con paz y una sonrisa que nacía del alma llena de recuerdos y vida. Así es Yo soy. Paty Rubio ©️®️

Todas las reacciones:
Tú, Antonio Cruz de León y Aligari J. Ajlin

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