Ropajes


 A manera de epígrafe de mi narrativa:

Se termina este 2024, yo veo cada día más de cerca la meta que me hará llegar al viaje de partida hacia el verdadero hogar.
Recordé en esto a mi madre. El único de mis seres amados fallecidos, que partió en mi compañía y vi de lleno y sentí de lleno cómo se le fue la vida, en ese ultimo suspiro cuando su chispa Divina abandonó su cuerpo, ese ropaje que le vistió en este viaje de nave tierra. Y su luz retornó al hogar.
Tal vez soy cruda al describir el hecho, pero lo hago con amor y es un suceso que me impactó ya que además de ser el único ser que me ha tocado, se trataba de mi madre hermosa. A quien ya más pronto veré de nuevo.
Con amor Madre hermosa Paty tu hija.
Ropajes
Un día fui testigo de que el alma sale del cuerpo, en el último suspiro. Es cuando ese cuerpo se suelta sin sentidos. Como un vestido, tirado donde le tocó quedarse al azar. Y poco a poco se va enfriando sin el calor con el que esa alma de luz, da la vida, y el placer de respirar.
Así se quedó ella esa noche ¡Cómo no tuve la videncia de ver su luz, salir del envarillado que la aprisionó por los tantos años que vivió! Estoy segura de verla tal vez me hubiera cegado.
Y más rápido de lo que pude imaginar, ese vestido se empezó a descomponer. Arrojando fluidos inundados de cadaverina.
Mientras el hermoso ropaje que un día, vivió, amó, lloró, cuando tenía el latido despierto de un bello corazón en el pecho, en esos momentos, ya únicamente era… un vestido sin vida, sin vida ¡Muerto!
El pudor de siempre, se perdió en el éter, ya no se daba cuenta de que o quien le desnudaba, para limpiar y vestía… poniéndole un pañal, para contener los fluidos.
Ella, tan hermosa, amante mujer, de elegante belleza que gozó la vida, desde niña y entre el sufrimiento de castigos y obligaciones que no le pertenecían. Se quedó dormida como una muñeca de piel sin alma, arrugada y fría. ¡Muerta!
¡Amada! Sí, pero ahí estaba... sin vida, sin respuestas, sin abrazos sin poder darnos un beso… dejó a su clan de sangre, que solo le recordamos con amor… tanto, tanto, que mucho es poco.
Decidió que quería ser cremada cuando le llegara la hora de partir y quiso terminar alimentando a los peces del océano Pacífico, de las playas de Ensenada.
¡Mi madre hermosa!
Le dejó a mi hermana mayor la encomienda, harto difícil, de mantener a los hermanos unidos. Pero no contaba con que yo que siempre la amé, también siempre me sentí ajena. Perdóname madre, pero yo me cansé de ser solo un bulto. Y por amor es que casi vivo solo en paralelo con ellos. Aunque los ame tanto, como te amé, a pesar de sentirme, siempre, sentirme … ajena.
Paty Rubio ©️®️

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