Dejando el aliento y la piel

en el patio de mi casa    se tejen hilos de historia que se cuela    entre grietas y rendijas   salen por debajo del guardapolvo de la puerta   mi vida es alimento para el vientre de las viudas    que viven en él    para mi buena suerte    no todo mundo sabe leer telarañas     tras los muros del patio    mis sueños se mueren a gotas   corren como ríos de agua sucia   son carroña para éste mundo enfermo     si deseas conocer mi historia   tendrás que aprender a leer    el tejido de la viuda             y su veneno   Paty Rubio ©®  

quién asegura si son los años o fue haber padecido el virus del siglo que además de encerrarme con miedo me borró y cubrió con una lápida mis recuerdos se llevó talegas de palabras hoy llenas de olvido y a veces me deja la mente en blanco son los años o fue el virus quien me ha hurtado  un mundo de instantes a lapsos que duelen  que llenan mi vida de angustia de ansiedad filosa y me corta el respiro puede ser que me sorprendan       a ratos dándole respiración boca a boca a mis grandes y amados recuerdos sin cuento y entre nubes de pánico me verás cavando mientras camino y doy tumbos de lado a lado en pasillos oscuros entre recovecos una busqueda a ciegas y tanteo a esos mis queridos momentos vividos y mi mente se mantiene en blanco sin remedio porque sin medida se han ido perdiendo mis memorias ¡hum! y yo que al nacer firmé un contrato con la “sociedad de los poetas muertos” poetas que mi abuelo me leía al llegar a casa cansad

  ya sea escritas o habladas las letras no mueren ellas respiran por sí solas   bien buscan llegar a un oído o bien a unos ojos que las recorran y besen así se introducen hasta llegar al tuétano hacen temblar de placer o llorar a lágrima viva cuando te roban el aliento   en mi casa escurren por los muros a gotas tan espesas que van dejando rastro en su camino mientras llegan a formar charcos en los pisos   también llueven desde el cielorraso sobre mi cama me cachondean cuando bien o me aprisionan como féretro cuando mal   pero las letras tienen el poder de lavar mis penas tanto como el de aplaudir mi alegría las letras las letras respiran por sí solas   me visten festivas o me desnudan dejándome en carne viva y sin pulso cuando como puñales se me clavan y dejan al aire mi alma   y en cualquier caso yo no puedo más que amar a las letras porque de una u otra manera las letras siempre siempre me hacen compañía me hacen